
Wow, asombrada estoy de cómo pasan los años. Cómo cambia todo, de tener una agitada vida social en la universidad a tener un par de compañeros de trabajo con los que se pueda tomar un café. La hora de despertar puede ser la misma, talvés varía en algunos minutos, pero las madrugadas son la tónica desde los 5 años, cuando uno despertaba con rabia y bueno, ahora también, solo que no le echamos la culpa a la mamá sino que al despertador.
Ese tedioso viaje al destino, jardín infantil, colegio, universidad y ahora la pega... siempre ha sido tortuoso, antes nos íbamos en un furgón amarillo, después en una micro amarilla y ahora en una mezcla de cosas extrañas como buses oruga, otros de colores, otros piratas, metro colapsado... en fin.. cuando digo q las cosas han cambiado, no estaba exagerando.
En el lugar "aquel" cuando niños rezábamos y le pedíamos al tatita dios que nos acompañe durante el día y que bendiga nuestra leche chocolatada, cuando pasan los años nos pedimos a nosotros mismos "yapo tu podí, vamos por el azul! si podi!!", dios para muchos paso a otro plano, casi inexistente por lo que nos queda tenernos fe a nosotros, nada más.
Algo que no varía es el recreo, ese hermoso y corto momento de 15 minutos donde corríamos al kiosco pa llegar primeros y no pasar los 14 minutos restantes esperando que la vieja "wena onda" te venda el super 8 o el pan con queso... ahora el recreo es la colación, esa hora maravillosa que separa la mañana de la tarde y que permite sacar el culo de la incomoda silla que siempre, pero siempre tiene malo el respaldo, eso tampoco ha cambiado, las sillas escolares no eran la máxima comodad, pa q vamos a exagerar diciendo q todo tiempo pasado fue mejor...
Cuando niños era típico llegar asqueroso después del recreo de las 2, todos transpirados por haber jugado a la pinta o a saltar el elástico cantando canciones de candy o el mítico "mesú-mesú", ahora algunos llegan iual pero no precisamente por haber estado jugando en el patio, mejor dejemoslo en que fue a comer un pollito por "ahí"...
La segunda parte del día es la peor, la mas larga y tediosa, esa que se hace eterna y que el reloj de verdad es nuestro enemigo constante, el tiempo pasa lento, pero muy lento y no hay forma de pensar positivo la ultima hora, esa hora maldita que parece de 200 minutos compuesto cada uno por 90 segundos... eso siempre ha sido igual y se mantendrá por los siglos de los siglos...
Pero llega la campana o la hora de salir y siempre el rostro esboza una sonrisa plácida, y pensamos "bien! un día menos para las vacaciones!" que claro, en los tiempos de estudiante eran de 3 meses, ahora con suerte 3 semanas de corrido, lo cual de viejo, va perdiendo el sentido y sólo quieres salir para dormir y vegetar, nada más, o sea ni en carretear pensamos, ahí uno dice, voy a dormir 54 horas seguidas sin que nadie me moleste, cosa utópica en realidad... porque moriríamos, pero los adultos son siempre muy exagerados...
En fin, llegó la hora de ir a casa, a jugar atari o con las muñecas, una hora de estudio, luego pipiripao, topo gigo y a la camita... o bien, ahora, esperar 2 horas la micro, 2 horas arriba de la micro y llegar a la casa, comer lo que haya (pero siempre comérselo todo) y a dormir, porque tu cuerpo no está genéticamente diseñado para esto... y así se nos empieza a pasar la vida, los momentos que antes eran felices ya no lo son tanto, la energía ya no es la misma de los 20, las horas de sueño ya no son tan largas ni tan plácidas y para que decir nuestro ánimo...
Sólo nos queda enfrentar este paso de la vida de la mejor manera, con la mente abierta y tratando de ser felices con lo que se pueda, porque si no... la vida se pasa y que terrible es lamentarse de lo que se pudo hacer pero no se hizo...
que el cambio de vida no nos aplaste, q sólo nos fortalezca